Sueño con tu voz en lo más dulce la noche y me despierto con tu olor en los sentidos de mi cuerpo. Me parece estar despierta mientras tú me estás diciendo: Dime que es un suspiro. Busco con mis manos en esta cama tan vacía por si no solo era un sueño y te encuentro todavía. Pero nada, solo era otro sueño, qué absurda y triste son nuestras vidas...
Qué falta de atención a lo que llamo amor eterno, perdón de corazón. Quisiera vivir dentro de mis propios sueños...
Por estas vidas que viven perdidas, profundas miradas dormí tantos días, y a veces me giro y parece que sigues aquí, junto a mi, y en la distancia voy y descubro que no hay vida después de tu vida, y por más que busco, no hallo la salida, y a voz en grito te pido que vuelvas y me siento morir, si no despiertas junto a mi.
Rozo con mi boca las palabras que no digo mientras pienso en los silencios que acompañan al olvido. Y me niego a no quererte, a olvidarte o a perderte, y te sigo buscando dormida. Y quiero retener cada segundo de esta vida donde pueda estar contigo, mientras amanezca el día. Y perdona por ser diferente, cuando algo es fácil la esencia se pierde.