
A ti que te consideré una persona justa, llegas hoy y me demuestras que todo lo que hay en ti es falsedad y cobardía. Que lo más fácil es poner una sonrisa cuando estoy frente a ti, e insultos cuando no lo estoy.
Hoy entiendo que no he significado nada para ti.
Que fingías sentir amistad cuando sólo había indiferencia.
Que fingías que todo estaba bien, cuando nada lo estaba.
Lo peor de todo es que, he de reconocer que ha habido buenos momentos. Pero cuando los malos son demasiado malos, los buenos desaparecen, y sólo te quedarán marcados los malos.
Si tan valiente eres… ¿Por qué no vas de frente?
Si tan sincero eres… ¿Por qué te callas la verdad?
A ti que hoy sé cómo eres, ya solo me queda decirte… que me has decepcionado
No hay comentarios:
Publicar un comentario